jueves, 24 de noviembre de 2011

La canción.

Y ahora sé que la censura, en esta dura realidad, me va a buscar. Ir sin pausa de tus manos a las calles, tal vez me pueda salvar. Me emborracho y el alcohol de esta locura no sé si va a terminar, y entre mareos y caídas, es tu gente la que vuelve a cantar: Soy la canción, que acompaña al valor, desde tu corazón. Me presento y así, desde ahora, tendrás algo más que tu voz. Me presento y así, desde ahora, tendrás algo más que tu voz. Puede que la nada impresa del mediocre nunca llegue a lastimarme, mientras tu imaginación esté conmigo, me rescate y me lleve a un lugar tan hermoso y lejano, casi como un paraíso. Donde seguro encontraré la libertad, el recuerdo, el presente. Y quizás lo que vendrá. Soy la canción, que acompaña al valor. Me presento y así, desde ahora, tendrás algo más que tu voz. Hasta siempre se despiden ya mis versos: solo soy una canción. Si la vida y la política lo aceptan, volveré a brillar por vos. Soy la canción, que acompaña al valor, desde ahora vivir en tu boca, será mi destino mejor. Soy la canción, que acompaña al valor. Desde ahora vivir en tu boca, será mi destino mejor.