lunes, 4 de junio de 2012

Apareces.

Si me detengo, apareces, y también si me distraigo, y a veces cuando camino. Casi siempre que trabajo, cuando me quedo dormida, si juego, si me levanto, cuando me quedo en silencio apareces siempre tú. Y cuando duermo apareces, y también cuando me caigo. Vienes siempre que te marchas. Acudes cuando te llamo, sueles estar en las calles si miro atrás, si me paro. Cuando me quedo en silencio apareces siempre tú. Siempre que hablo apareces, también estás si me callo. Como cada madrugada estás y sigues estando. Cuando estoy medio dormida y todo va comenzando, cuando me quedo en silencio apareces siempre tú.

Tengo tu sonrisa en un rincón de mi salvapantallas.