Si me detengo, apareces, y también si me distraigo, y a veces
cuando camino. Casi siempre que trabajo, cuando me quedo dormida, si juego, si
me levanto, cuando me quedo en silencio apareces
siempre tú. Y cuando duermo apareces, y también cuando me caigo. Vienes siempre
que te marchas. Acudes cuando te llamo, sueles estar en las calles si miro
atrás, si me paro. Cuando me quedo en silencio apareces
siempre tú. Siempre que hablo apareces, también estás si me
callo. Como cada madrugada estás y sigues
estando. Cuando estoy medio dormida y todo va comenzando, cuando me quedo en silencio
apareces siempre tú.
Tengo tu sonrisa en un rincón de mi salvapantallas.