viernes, 20 de abril de 2012

Decir adiós ¡es crecer!

De todas las cosas hermosas que me pasaron en la vida, cada vez que las pienso me digo que sería hermoso volver a vivirlas. Pero si me dan la oportunidad la rechazaría, porque aceptarla sería algo como no poder despegarse de lo que el destino te separa, o simplemente me estaría negando a crecer, o a aceptar los cambios que me propone la vida. Ahora es totalmente muy distinto todo, pero me gusta, bastante y soy feliz, desearía poner formar un lazo igual, o más fuerte que antes pero ... ¡No aprendo más! No tengo que aferrarme a nada, ni a nadie, porque así como la vida te da cosas hermosas, te las quita o a su gran mayoría.
Sólo hay una cosa por la cuál aceptaría esa oportunidad, y está situada en el fondo de mi alma y nunca di a conocer, y sé que no saldrá de mí. Es como un deseo tonto, absurdo, inútil.