Los restos del naufragio
quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos. Nos queda el presente, que ya es suficiente y no
nos debe faltar. Nos queda la suerte, que si se balancea un poco, nos puede
tocar. ¡Nos quedan amigos que no nos quieren cambiar!. Nos quedan canciones que llenen los corazones y sobre todo, la de los demás. Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu
lado...
(y eso sólo será si vuelves, ¡Claro!)