Y
ahora sé que la censura, en esta dura realidad, me va a buscar. Ir sin pausa de
tus manos a las calles, tal vez me pueda salvar. Me emborracho y el alcohol de
esta locura no sé si va a terminar, y entre mareos y caídas, es tu gente la que
vuelve a cantar. Soy la canción que acompaña al valor desde tu corazón. Me
presento y así, desde ahora, tendrás algo más que tu voz. Me presento y así,
desde ahora, tendrás algo más que tu voz. Puede que la nada impresa del mediocre
nunca llegue a lastimarme, mientras tu imaginación esté conmigo, me rescate y
me lleve a un lugar tan hermoso y lejano, casi como un paraíso. Donde seguro
encontraré la libertad, el recuerdo, el presente y quizás lo que vendrá. Soy la
canción, que acompaña al valor, me presento y así, desde ahora, tendrás algo más
que tu voz. Hasta siempre se despiden ya mis versos: solo soy una canción si la
vida y la política lo acepta, volveré a brillar por vos. Soy la canción, que
acompaña al valor, desde ahora vivir en tu boca será mi destino mejor. Soy la canción,
que acompaña al valor, desde ahora vivir en tu boca, será mi destino mejor.
Quiero entrar en tus cosas, revisar, abrir cada cuaderno y dejarlo en su lugar. Y buscar en tu libro de secretos del mar, darle cuerda a tus juguetes y verlos funcionar. Quiero estar entre tus cosas. Caminar a oscuras por la sala y encontrar notas olvidadas y sentir que sos falta. Quiero estar entre tus cosas.
Felices once meses, Ramiro.
26/01/11 - 26/12/11