viernes, 2 de diciembre de 2011
Aventura Diurna.
Aquella ingenuidad sonroja su vergüenza. Presumí ser domador, más
preferí ser el león ante esa hermosa violencia. Me sacaste a bailar, y quedé
emborrachado. Ya no puedo renunciar al orgasmo sin final que tu piel me ha
regalado. Muero en tu cuerpo; revivo en él. Siento fervientes mis ganas de ser.
Te invito a transpirar la magia que inventamos. Siento en mis manos la
felicidad. No quiero ni pensar en que mi alma carezca de ese hermoso cuerpo
azul. Es como un jueves sin Gulp, como un sábado sin Reina. Pelada tu dulzura,
hermosa asignatura. Hoy la luna se enroscó, me miró mal, me celó por nuestra
aventura diurna. Muero en tu cuerpo; revivo en él. Siento fervientes mis ganas
de ser. Te invito a transpirar, la magia que inventamos. Siento en mis manos la
felicidad.