martes, 1 de noviembre de 2011

No pares.

Tantas historias se pierden, tantas no conocerás. Tantas vidas que se alejan, sin saber su realidad. Los que ganan te la cuentan como la única verdad. Pero vos nunca te olvides que hay otra campana atrás. Una campana más rica y que tiene otro color. No le creas lo que dicen, quieren ver tu sumisión. Ponen carita de buenos del perfecto Salvador, pero no van a enseñarte, lo que enseña es el amor. No, no pares, no es el final. Vos sabes que, no es el final. No, no pares, todas las estrellas te siguen. No soy el hombre de acero, yo me pongo el overol. Vos sos mío y yo soy tuya  y afuera que caiga el sol. Voy buscando el camino, voy buscando una señal. No quiero ver mi destino, sólo quiero transitar. Que la maquina no pare ahí va la pala de carbón, hacia nuevos horizontes, con el mismo corazón. Es la espalda como un frío, es la sangre ese calor. Sensaciones que te agitan que vuelven ¡Siempre! Cuando las risas no lleguen claras, sobre mis hombros te llevaré, y cuando veas caer mi espalda, sé que puedo confiar en tus pies.  Mueva, no pares, me gusta el otoño nena. Cuando el sol está en tu piel, me gusta ser el obrero, en tu fábrica de miel.