Y sí, valió la pena la espera, las peleas del año pasado, todo. Aunque la entrega de la campera se retrasó un mes, aunque nos quemen nuestras ideas, aunque la letra de la campera la queríamos más grande, igual que el once, y el SFA más abajo, aunque no era ese el blanco que queríamos. Aunque nos salió desastrosa la presentación, porque no andaba la música, y parecíamos veintisiete boludos caminando adentro de una bandera, me divertí igual, y la campera es hermosísima. Cada día me convenzo más de que son los mejores. No la puedo pasar tan bien con ustedes. Gracias, gracias, gracias, y mil más. Lo que me reí hoy no tiene comparación. Más allá de que nos retaron toda la mañana porque hicimos demasiado quilombo, más de lo normal, la pasé genial, amé hacer trencitos por todo el colegio, correr con la bandera arriba cantando - Dale campeón - No entrar a clase después del recreo, y que la de economía nos espere veinte minutos en el aula, y que nos haya tenido que ir a buscar Pía. Aunque mucha bola no le dimos. Cantar - El que no salta va a matinee- ó - Tercerlo no se murió, que se muera la Uni, la puta madre que lo parió- También, tirar papel picado, y hacer tremendos pogos en el aula, en el patio, gritar, cantar, sacarnos muchas fotos. Todo, todo, todo, ¿Qué nos pasaba, chicos? definitivamente no tuvimos infancia. Y me encanta. Gracias, nuevamente, por alegrarme todas las mañanas, por sacarme una sonrisa con todas las pavadas que hacen. Aunque nos vengan cagando a pedo desde que empezamos las clases, todos los días, todas las horas, aunque nos digan que tenemos que madurar porque en la universidad nos van a pegar una patada en el culo. Aunque digan que charlamos mucho, que gritamos de un lado al otro del aula, que no hacemos la tarea, que no prestamos atención, que no escuchamos a nadie, y que nos encerramos en nuestros caprichos, y más allá del acta que tuvimos que firmar, me encanta verlos todos los días, y juro, que no lo cambiaría por nada. Los amo tanto, tercero Á.