Ese niño que fui yo, que se parece tanto a ti. El que quería ser mayor, para escapar, para elegir. Potro del sur, ebrio de luz, aprendiz de jugador, el mundo no era más que un imposible rock and roll. Misa de doce, patio de un cuartel, ovejas negras, niños bien. Hoy todo estaba decidido, regularon nada daba acción a los chavales como yo. Ese joven que soy yo que se parece tanto a ti aún conserva en su interior, algo del niño aquel que fui. Ese tipo corazón, lo va a deshojar, al fumar la pipa de la paz. Al igual que tu, si me mantengo a flote ha sido porque nunca he dejado de nadar. Aprendiendo a vivir, aprendido a saber decir que no. Aprendiendo a sufrir, la saliva de la incomprensión. Aprendiendo a vivir en este siglo feroz Aprendiendo a seguir contra viento y marea siendo yo. Ese tipo corazón. Aprendiendo a vivir a coger en marcha el autobús. Aprendiendo a leer en los ojos de la multitud. Aprendiendo a vivir amando contrarreloj, aprendiendo a seguir el compás de la imaginación.
Aprendiendo a vivir.