lunes, 28 de marzo de 2011

Desastre.

Somos hombres de la tierra de Latinoamérica, descendemos de los indios de Europa y África, siempre hubo algún imperio que impidió la libertad, siempre compraron cipayos que traicionan la verdad. Es tiempo de empezar, paso a paso a caminar,  venga el viento en contra o a favor, paso a paso con fe y con valor. Hizo falta mucho tiempo, mucha sangre y mucho horror, hizo falta que se viera quién era el explotador. Es bueno tener un sueño, pero es mejor tener dos, hacer un país muy grande, lo otro decidilo vos.  Sobra el alimento, pero ¿Qué es lo que pasa? Sobra el alimento, pero falta educación, dominación.  Hay una sola justicia y parece que no está, la injusticia tiene hija, se llama inseguridad. Somos lo que nos enseñan, lo que alcanzamos a ver, si nunca pasaste hambre, nunca lo vas a entender. Criticás al boliviano y trabaja más que vos. Criticás al peruano, fueron imperio del sol. Criticás al brasilero y hoy es hermano mayor. Criticás a los villeros y escupís desde el balcón. Cuando hay amor, hay voluntad y esperanza, cuando hay amor, no veo resignación, cuando hay amor, existe la tolerancia, cuando hay amor…



Una bomba explotó, mucha gente se llevó por casualidad la religión. Otra bomba reventó, nada de eso se aclaró. Mezcla de venganza y dolor, sobre todo dolor. El pelado asesinó a un vecino negro, por ese estúpido ideal. Pero el tiempo le pagó la misma moneda y en el infierno se quemó, se quemó. Y volvés a caer y decís nunca más, pero igual te parás porque son tiempos de cambiar