Alguna vez te quise demasiado, la verdad es que sigo colgado, de la que me colgó la última vez. Hay encuentros que nunca quise olvidar y no dejo de esperar el nuestro, partiéndome. Alguna vez pedí perdón mil veces, pero tengo mil más y respiro sin mirarte en el aire. Mirarte en el aire es mi mayor problema, partirme en pedazos rotos de espejos, y estas muy lejos.
Dicen los más viejos del bar, primero hay que aprender a olvidar.